El abuso psicológico en un niño ocurre cuando alguien intencionalmente provoca dolor mental o emocional, angustia o sufrimiento a un niño. Un niño es cualquier persona menor de 18 años de edad. El abuso psicológico incluye el rechazo, insultos, amenazas, humillación, intimidación o acoso por medio de palabras o acciones. Esto podría incluir el ignorar al niño, no hablarle o aislarlo de su familia, amigos o de sus actividades regulares. También es cuando alguien anima, utiliza o le muestra al niño cómo hacer algo ilegal.
¿Qué aumenta el riesgo de un niño de sufrir abuso psicológico?
Las condiciones de vida de pobreza, violencia o de multitudes podría ser una de las razones por las cuales ocurre el abuso psicológico. Las siguientes son otras posibles causas y condiciones que pueden aumentar el riesgo de un niño de sufrir abuso psicológico:
- Riesgos relacionados al niño:
- Que el niño sea menor de 6 años de edad.
- Que el niño tenga problemas de aprendizaje o de memoria.
- Que el niño tenga una condición crónica o necesidades especiales.
- Que el niño no tenga familiares o amigos que lo puedan cuidar.
- Riesgos relacionados con la gente que rodea al niño:
- Que el niño tenga un padre soltero o adolescente.
- Que el niño esté rodeado de alguien que ingiere alcohol o que use drogas.
- Que el niño esté alrededor de alguien que tiene historial de violencia familiar como abuso físico, sexual u otro.
- Que el niño esté rodeado de alguien que tenga trastorno de personalidad, depresión u otra enfermedad mental.
- Que el niño esté alrededor de alguien que tiene estrés debido al trabajo o a problemas financieros.
- Que el niño esté alrededor de alguien que le falte el conocimiento acerca del desarrollo normal de un niño.
Cuáles son los signos y síntomas del abuso psicológico?
El niño puede empezar a comportarse de una manera que no es normal para él. Los siguientes son algunos de los posibles síntomas de abuso psicológico que el niño puede mostrar:
- El parecer perturbado o asustado
- Evitar el contacto visual o no hablar abiertamente con otros
- Sentirse inquieto, tímido, deprimido o retraído
- Desesperación o baja auto estima
- Problemas para dormir
- Cambios repentinos en el estado de humor o en los patrones alimenticios
- Deseo de herirse a sí mismo o a otras personas
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